En Grupo Aismar nos orgullecemos de ir de la mano de los aplicadores más experimentados del mercado, contacte con nosotros a través de aismar@poliuretanosaismar.com y le recomendaremos a los profesionales idóneos para su proyecto.
No. Hasta que la norma europea de producto no está aprobada, no es obligatorio ni tampoco posible realizar el Marcado CE. El poliuretano proyectado tiene norma española, y la norma europea está en un estado muy avanzado de desarrollo, pero aún sin aprobar.
En cualquier caso, y como aclararon tanto los ministerios de Vivienda como de Industria en sendas cartas, el Marcado CE no es ni debe entenderse como una marca de calidad o una denominación de origen de la Unión Europea. Se trata simplemente de una garantía de cumplimiento de unos mínimos de seguridad y un pasaporte para poder circular libremente por la Unión Europea. El retraso en la entrada en vigor del Marcado CE para ciertos productos no puede ni debe poner en duda su calidad, o la idoneidad de su utilización; en este momento, en el desarrollo de la Directiva, que está resultando muy lento, todavía no se ha alcanzado el 50 % de la implantación del Marcado CE de los diferentes productos de la construcción. Por tanto, la exigencia del CTE sobre el Marcado CE no es, en ningún caso, aplicable a aquellos productos cuya norma armonizada esté en elaboración o no hayan agotado el período transitorio de aplicación de la misma, que podrán incorporarse a los edificios sin ninguna restricción por la ausencia del Marcado CE.
No, no es necesario enfoscar el interior de un cerramiento exterior de ladrillo antes de aplicar el poliuretano. De hecho, es preferible no enfoscar. Analizando el aislamiento térmico, apenas influye esta capa de enfoscado. Desde el punto de vista de la impermeabilidad de la fachada, los ensayos realizados por el Instituto Eduardo Torroja y por CIDEMCO para comprobar el grado de impermeabilidad de una proyección de espuma de poliuretano sobre un paramento de ladrillo visto con y sin enfoscado, revela que siendo el poliuretano impermeable en cualquier caso, la solución constructiva sin enfoscar retrasa la aparición de humedad frente a la solución enfoscada, ya que el paramento tiene menor capacidad de absorción de agua. Estos ensayos están disponibles en la zona de Información Técnica / Documentación. Por último, ese enfoscado previo podría incluso favorecer la aparición de condensaciones intersticiales en el aislamiento, ya que supone una capa con una baja permeabilidad al vapor de agua, en la cara fría del cerramiento. Por lo tanto, no enfoscar tiene ventajas técnicas e, indudablemente, económicas.
Procedimiento de medición, recogido en las Normas UNE 92120-2, UNE 92310 y el RP 20.06 de AENOR. La medición del espesor se efectuará con ayuda de un punzón graduado o instrumento similar cuyo diámetro no sobrepase 2 mm. Para la determinación del espesor se tomarán por apreciación visual dentro de la superficie diez puntos, cinco de espesor aparentemente alto y cinco de espesor aparentemente bajo. El resultado será el valor medio de las medidas realizadas, descartando las cuatro medidas extremas. Ninguna medida de las consideradas podrá ser inferior en más de un 25 % al valor medio obtenido. Este procedimiento se realizará, con un nivel normal de frecuencia, cada 75 m² y al menos uno por unidad de obra y por día, y con un nivel de frecuencia intenso, cada 50 m² y al menos uno por unidad de obra y por día.
Validación de los resultados. Si se ha contratado «espesor medio», el valor medio obtenido será válido siempre que no sea inferior en un 10 % al espesor contratado. Si se ha contratado «espesor mínimo», el valor medio obtenido será válido siempre que no sea inferior al espesor contratado.
Procedimiento de medición, recogido en las Normas UNE 92120-1, UNE 92120-2 y el RP 20.06 de AENOR. Debido a las características particulares del producto y la dificultad natural de sacar probetas homogéneas de la espuma ya aplicada, es necesario utilizar el método de inmersión recogido en los anexos de la norma, que permite ensayar probetas de geometría irregular que incorporen todas sus pieles, como la imprimación y la piel final. Este método calcula el volumen de las muestras irregulares arrancadas de la pared por inmersión, según se recoge en el Capítulo 4.4 del Libro Blanco.
Validación de los resultados. El valor obtenido será válido siempre que no sea inferior en un 10 % a la densidad contratada.
El poliuretano proyectado es un material que tiene unas magníficas propiedades térmicas, acústicas y de impermeabilización, y para conservarlas es importante respetar unas reglas básicas, especialmente en el proceso de puesta en obra, que es cuando el poliuretano es más vulnerable.
Al margen de estas precauciones, no serán necesarias otras precauciones adicionales, ya que la espuma tiene un buen comportamiento frente al agua, los disolventes o resto de materiales de construcción, temperaturas constantes de hasta 100º C, temperaturas puntuales de hasta 250º C, dilataciones o vibraciones.
Durante la ejecución de la obra, si se desea realizar un control de la puesta en obra del poliuretano, es conveniente controlar los siguientes aspectos:
El aplicador deberá controlar que las condiciones ambientales se encuentren dentro del rango fijado por la ficha técnica del sistema. Salvo indicación en contrario, las condiciones de aplicación están recogidas en la Norma de producto UNE 92120-2, y deberán ser las siguientes:
Sí, existe la Norma UNE 92310, de criterios de medición de los trabajos de aislamiento térmico con poliuretano proyectado, y se puede encontrar un resumen en el Capítulo 4.4 del Libro Blanco.
La normativa de aplicación es la Norma UNE 92310, aprobada en 2003 y recientemente confirmada por AENOR. Esta norma, en el capítulo 4.3.1. Cubiertas y superficies onduladas, perfiladas y con tejas, por arriba, dice: «Se medirán en desarrollo, incluyendo ondulaciones o grecas». Una lámina de fibrocemento ondulado tiene un desarrollo un 20 % mayor que su longitud, por lo que, siguiendo el criterio de medición, a la medida a cinta corrida se deberá añadir un 20 %. Cuando la proyección se realice desde abajo, al 20 % del desarrollo de la onda habrá que añadir otro 20 % debido a las pérdidas ocasionadas al proyectar hacia arriba, y además tener en cuenta que el desarrollo de la estructura (cerchas, vigas, correas, etc.) puede considerarse un 10 % adicional.
La espuma de poliuretano aplicada in situ por proyección tiene una conductividad térmica máxima envejecida de 0.028 W/m·K, fijada por la norma de producto UNE 92.120-1. Este valor de conductividad es válido para espumas de densidades comprendidas entre 30 y 60 kg/m³, por lo que todas las espumas con densidades comprendidas en este rango tendrán el mismo valor de conductividad, es decir, tendrán la misma resistencia térmica a igualdad de espesor. Las únicas propiedades relevantes que varían con la densidad son:
Para calcular el espesor de poliuretano equivalente a un espesor determinado de otro material aislante hay que aplicar la siguiente fórmula: E2 = E1 x L2 / L1, siendo:
Por ejemplo: ¿qué espesor de poliuretano hay que proyectar para conseguir el mismo aislamiento que con 5 cm de lana de vidrio? Datos:
Luego habrá que poner 4 cm de poliuretano proyectado para igualar el aislamiento de 5 cm de lana de vidrio.
Sí. El poliuretano proyectado actúa como una membrana reguladora de humedad, ya que siendo impermeable al agua líquida, es permeable al vapor de agua. El poliuretano proyectado de densidad 35 kg/m³ tiene un valor medio de factor de resistencia al paso de vapor de agua (MU) de 70, por lo que permite el paso controlado de vapor de agua, de forma que no genera presiones excesivas de vapor en las capas frías del cerramiento, lo que evita condensaciones intersticiales y no requiere barreras de vapor que interrumpen la transpiración.
La espuma rígida de poliuretano aplicada insitu por proyección tiene un excelente comportamiento frente a los agentes atmosféricos (agua, variación extrema de temperaturas, viento, etc.) Únicamente es atacada por una exposición prolongada a la radiación ultravioleta, contenida, por ejemplo, en la luz solar directa. Este ataque tiene como resultado un aspecto polvoriento en la superficie de la espuma, que produce una disminución de espesor a un régimen de 1 o 2 milímetros anuales, dependiendo del efecto combinado de la lluvia y el viento, siendo el primer año de menor cuantía por la presencia de la piel externa de la espuma, una capa de alta densidad de poliuretano. Una espuma atacada (como puede ser el caso de la proyección en medianeras de edificios mientras se construye el edificio adyacente, durante 2 o 3 años) únicamente pierde espesor al régimen arriba indicado, sin que las propiedades del producto que aún queda en el paramento o cubierta sufran modificaciones (conductividad, resistencia a la compresión, densidad, resistencia al paso de vapor de agua, impermeabilidad, etc.) En definitiva, el hecho de que la espuma permanezca a la intemperie un periodo corto de tiempo no tendrá influencia en sus propiedades.
El valor de aislamiento térmico del poliuretano es válido durante al menos 50 años. Este valor de aislamiento depende de dos factores:
Eso significa que durante el inicio de su vida el poliuretano será más efectivo que lo proyectado. Además el poliuretano es un material inerte que no necesita mantenimiento de ningún tipo. Es resistente al ataque de agentes químicos, no se degrada por la humedad, no favorece la proliferación de hongos u otros organismos, tiene una magnífica adherencia al sustrato. Con el poliuretano proyectado tendrá la seguridad de tener un aislamiento térmico efectivo durante toda la vida útil del edificio, lo que reducirá las emisiones contaminantes provenientes de la calefacción y la refrigeración.
Existen dudas, totalmente infundadas, sobre la insalubridad de la espuma de poliuretano. Informe de I.A.R.C. La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (www.iarc.fr), lleva a cabo, entre otras funciones, la clasificación de todos los productos o agentes según su riesgo de producir cáncer atendiendo a la siguiente clasificación:
La espuma de poliuretano se clasifica en el Grupo 3, es decir, no clasificable por lo que respecta a su carácter cancerígeno para el hombre.
El poliuretano en nuestra vida. Por otra parte, en la vida cotidiana nos vemos inmersos en multitud de elementos de poliuretano en contacto directo con nuestro cuerpo: suelas de zapatos, colchones, cojines, juguetes, pinturas, prótesis, material quirúrgico y piezas del automóvil como volantes, reposacabezas, salpicaderos o embellecedores. El origen de un rumor tan falto de fundamento como éste solo lo podemos encontrar en la falta de argumentos técnicos sólidos por parte de otros agentes del sector.
Conclusión. El poliuretano es un material completamente inocuo y saludable para el hombre, demostrado y avalado por la multitud de usos que le damos en nuestra vida, y que no hay que renunciar a las innumerables ventajas que su uso como aislamiento térmico, acústico e impermeabilización nos reporta.
En absoluto. El Poliuretano, hasta el año 1996, utilizaba gas CFC como agente espumante, por lo que perjudicaba la Capa de Ozono. A partir de ese año, 1996, el Poliuretano se espuma con HCFC, que es un gas que tiene menor potencial de destrucción de la Capa de Ozono que el CFC y menor efecto invernadero, y a partir del año 2004 se espuma con HFC, que es un gas completamente inerte para la capa de ozono. Además el hecho de usar poliuretano en las viviendas hace que en consumo de energía en éstas sea mucho menor, consumo que produce también efecto invernadero, por lo que considerando un ciclo de vida del poliuretano de 50 años, se obtiene un balance muy positivo del efecto invernadero al usar poliuretano como aislamiento térmico.
El poliuretano proyectado presenta una magnífica adherencia en general a todos los materiales comúnmente utilizados en edificación. No obstante, hay algunos aspectos que pueden observarse para mejorar esta propiedad. El sustrato ha de presentar buena consistencia. Si presentara óxido fácilmente desprendible, suciedad, arena o textura terrosa, el poliuretano se adheriría a la primera capa, pero ésta sería fácilmente desprendible.
Por supuesto. El poliuretano proyectado presenta buena adherencia en general a todos los materiales comúnmente utilizados en edificación, pero en el caso particular de un sustrato de madera, la adherencia es magnífica, ya que la porosidad de la madera unida a la habitual falta de elementos contaminantes en su superficie, como aceites o suciedad, y la magnífica compatibilidad química hacen que la unión sea sólida y duradera. Así mismo, el valor moderado de resistencia al paso de vapor de agua del poliuretano proyectado (MU entre 60 y 150) permite al conjunto madera-poliuretano mantener un nivel de transpiración sano para el cerramiento, alejando el riesgo de condensaciones intersticiales, mientras que la impermeabilidad al agua de lluvia del poliuretano supone una protección adicional de la madera, que quedará protegida del agua proveniente del exterior. Por todo ello, la madera se presenta como un sustrato muy indicado para recibir directamente una proyección de espuma de poliuretano.
Por supuesto. En lo relativo a la adherencia de otros productos al poliuretano proyectado, se puede comentar lo siguiente: En cubiertas planas, o incluso con inclinaciones menores de 30º no será necesario tomar ninguna precaución. En cubiertas inclinadas de más de 30º, y en paredes y techos, podemos seguir las siguientes precauciones:
Todos estos tratamientos se pueden combinar entre sí para aumentar hasta el grado deseado la adherencia de las distintas capas.
El poliuretano es resistente a todos los productos químicos habitualmente empleados en la construcción.
La aplicación de espuma rígida de poliuretano para la ejecución de fachadas ventiladas es una solución que aporta un buen aislamiento térmico, impermeabilidad, y estabilidad mecánica. Estas ventajas han hecho que esta solución de aislamiento sea la más utilizada en la actualidad en fachadas ventiladas. Sobre la seguridad frente al fuego, el DB-SI2 dice lo siguiente: «La clase de reacción al fuego de los materiales y elementos constructivos que ocupen más del 10 % de la superficie del acabado exterior de las fachadas o de las superficies interiores de las cámaras ventiladas que dichas fachadas puedan tener, será B-s3,d2, hasta una altura de 3,5 m como mínimo, en aquellas fachadas cuyo arranque inferior sea accesible al público desde la rasante exterior o desde una cubierta, y en toda la altura de la fachada cuando esta exceda de 18 m, con independencia de donde se encuentre su arranque».
Esto significa que, en todos los casos, cuando el arranque de la fachada sea accesible al público (personas ajenas a los propietarios de edificio), el poliuretano deberá ir protegido hasta una altura de 3,5 m con, por ejemplo, un enfoscado de cemento de 5 mm de espesor. Además, en edificios cuya fachada ventilada tenga un desarrollo vertical mayor de 18 m, será necesario o bien proteger la fachada en toda su superficie con un enfoscado de 5 mm de cemento, o bien aplicar poliuretano con clasificación de reacción al fuego C-s3,d0, además de la compartimentación de la cámara al menos cada 10 m en sentido vertical con un elemento al menos E30, que en caso de incendio limiten su desarrollo al menos como lo haría un material B-s3,d2 sin esta compartimentación. Para más información, se puede consultar el Capítulo 2.5 y el Capítulo 3.4 del Libro Blanco.
Observando estas recomendaciones se puede conseguir una fachada ventilada con magníficas prestaciones, segura, duradera, estanca, impermeable y con el nivel de aislamiento térmico y acústico exigido.
Sí. Las exigencias de reacción al fuego de los materiales de los elementos constructivos vienen recogidas en la Tabla 4.1 del DB-SI1 del CTE, que especifica que cuando el material esté situado tras una capa al menos EI-30 no estará sujeta a ninguna exigencia. Este puede no ser el caso del poliuretano tras una placa de yeso laminado. El comportamiento de este sistema viene recogido en el Real Decreto 312/2005 y su modificación por el Real Decreto 110/2008, en el Cuadro 1.3-2, que recoge la Clasificación de las propiedades de reacción al fuego de las placas de yeso laminado, dentro del capítulo 1.3 para los Productos clasificados en función de sus características de reacción al fuego sin necesidad de ensayo. En esta tabla, en la última línea, se recoge que una placa de yeso laminado de espesor = 9,5 mm, delante de un producto aislante de, como mínimo, Euroclase E, como es el caso del poliuretano proyectado, alcanza la clasificación B-s1,d0 sin necesidad de ensayo. Estos mismos resultados son confirmados por los ensayos de reacción al fuego en aplicación final de uso realizados por ATEPA (informe técnico de LICOF N.º 0168T04, disponible aquí. Por tanto, el poliuretano proyectado Euroclas E protegido por una placa de yeso laminado cumple con las exigencias de seguridad frente al fuego del CTE en todos los casos.
El poliuretano proyectado puede emplearse para aislar e impermeabilizar por el exterior un muro enterrado, siempre que se guarden las siguientes precauciones:
La espuma de poliuretano aplicada in situ por proyección tiene una resistencia a la compresión dependiente de la densidad, de entre 130 KPa (1.3 kg/cm²) para densidades de 32 kg/m³ hasta 280 kPa (2.8 kg/cm²) para densidades de 53 kg/m³ (Anexo C de la Norma UNE 92120-2, Productos de aislamiento térmico para construcción. Espuma rígida de poliuretano producida in situ. Parte 2: Especificaciones para el producto instalado).
Por ello, en aplicaciones donde la espuma no vaya a estar sometida a esfuerzos de compresión (interior de cámaras verticales de fachada, proyección bajo forjado, etc.) la densidad apropiada es de 30 o 35 kg/m³, y en aplicaciones donde la espuma vaya a estar sometida a compresión (cubiertas transitables, suelos, etc.) la densidad debe ser aquella que garantice una resistencia a compresión superior a 200 kPa (2 kg/cm²), en general densidades de 40 o 45 kg/m³.
La proyección de poliuretano en cámaras de cerramientos de doble hoja puede realizarse tanto desde el exterior, es decir, sobre la cara exterior del cerramiento interior, como desde el interior. Ambas soluciones son correctas y ampliamente aceptadas, si bien en España es más frecuente la segunda, ya que lo habitual es realizar primero el cerramiento exterior.
Conclusiones: partiendo de la base de que ambas soluciones están ampliamente aceptadas y muy extendidas, no hay grandes diferencias prestacionales, teniéndose que considerar otros aspectos para hallar diferencias (seguridad laboral, coste de la aplicación, etc.)